El pasado viernes el gobierno aprobó la prórroga de la moratoria concursal mediante un real decreto de medidas de apoyo a la solvencia empresarial. Con esto, la moratoria que vencía este 14 de marzo se alarga ahora hasta el 31 de diciembre, por lo que ya será más de un año en que tendremos empresas operando con obligación de presentar concurso.

Se trata un tema complejo pero que puede entenderse mucho mejor si comprendemos qué es el concurso de acreedores y para qué sirve.

Es una creencia popular pensar que el concurso es el equivalente a la antigua quiebra, un procedimiento al que acudimos cuando no hay nada más que hacer y liquidamos la empresa para enterrarla. Pero esto no es así, las reglas del concurso están diseñadas para la supervivencia de las empresas en situación de insolvencia, un concurso bien llevado puede ser la mejor estrategia para sobrevivir a una crisis económica.

Nuestra legislación presenta muchas herramientas de refinanciación, reestructuración de deuda y mecanismos para revivir a las empresas que tienen una insolvencia. Muchos de nuestros clientes nos preguntan si un concurso significa que la actividad de la empresa deba de parar, que sus trabajadores dejen de prestar el servicio y el cierre de la empresa. Esto es porque no tenemos una cultura jurídica renovada en este ámbito, motivo por el cual también intentamos explicar estos extremos.

La realidad es que el proceso concursal presenta indudables ventajas y herramientas innovadoras que no se han puesto en valor por parte del ejecutivo, desde donde se está mandando un mensaje de lo positivo de evitar el concurso que confunde a las empresas.

Es por ello, que recomendamos que toda empresa o autónomo que presente insolvencias debe someterse a un estudio económico y jurídico para evaluar la conveniencia de negociar pagos, someterse a un concurso, ley de segunda oportunidad u otra herramienta que según su situación le ayude a avanzar ahora que no se va a producir una oleada de concursos en los juzgados de lo mercantil.

Esta recomendación no es solamente nuestra, tanto el Banco de España, como la OCDE están tratando el tema en estos términos. Tampoco podemos olvidar la Directiva de Reestructuración e Insolvencia que deberá trasponer España antes del 17 de julio de este año y que incorporará más soluciones preconcursales para garantizar la viabilidad económica de las compañías.

No importa si estamos ante una empresa viable, pero con problemas, o ante una empresa que debe liquidar todo (empresa zombi) la recomendación es estudiar ya el tema por varios motivos:

  • Nuestra justicia es lenta, pero ahora los juzgados no están colapsados, es el momento antes de que al vencer la prórroga se presenten cientos de solicitudes de concurso que alarguen los procedimientos durante años.
  • Igualmente, los abogados expertos en concursal no somos tantos como deberíamos, es posible que la saturación de los despachos derive en que otros no tan especializados lleven estos procesos complejos o que el empresario no encuentre un profesional con disposición de tramitar un caso tan grande y pesado con tanta urgencia.
  • Adelantarnos económicamente, sanear cuentas para estar al día desde ya, antes de que empiece la caída de muchas otras empresas que no han estado bien asesoradas.
  • Evitar la responsabilidad directa de los administradores de las empresas por la mala gestión.
  • Poder acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad (BEPI).
  • Contar ratios económicos y planes a medio largo plazo enfocados en la prevención para que la empresa sea eficiente por más años a pesar de las crisis.

Este artículo ha sido desarrollado por expertos en materia concursal en el ámbito jurídico y económico, si precisas saber más o una evaluación de tu empresa no dudes en contactar.

Deja tu comentario